Las pésimas y tristes condiciones de las reclusas en cárceles femeniles: Codhem
Teotihuacán en Línea. La Comisión de Derechos
Humanos del Estado de México (Codhem) emitió su Cuarto Informe Especial sobre
el Sistema Penitenciario Estatal, en el cual analiza la situación que enfrentan
las mujeres privadas de libertad en la infraestructura carcelaria, donde se
precisan problemáticas que obstaculizan la defensa efectiva de sus derechos
fundamentales, los avances y las medidas que permitan garantizarlos.
La Codhem ha documentado que las condiciones
de privación de libertad en las que se encuentra este sector, carecen de las
medidas mínimas compatibles con el respeto a la dignidad humana, lo que
ocasiona múltiples grados de afectación en su desarrollo personal, por lo que
advierte la urgente necesidad de adoptar acciones integrales que satisfagan sus
derechos fundamentales.
El Informe Especial sobre los Derechos
Fundamentales de las reclusas en la Infraestructura Penitenciaria del Estado de
México señala como principales problemas la sobrepoblación y el hacinamiento;
la carencia de instalaciones y servicios para una estancia digna; déficit de
personal penitenciario y ausencia de condiciones para atender las necesidades
básicas de mujeres embarazadas y de las niñas y niños que están con sus madres
en reclusión, situaciones contrarias a las normas nacionales e internacionales,
pactos, convenciones y tratados internacionales de derechos humanos.
El documento elaborado por la Codhem,
establece que el sistema penitenciario mexiquense es el más grande del país al
albergar a 31 mil 500 reclusas fue diseñado para población masculina y aun
cuando la infraestructura carcelaria se ha modificado para alojar mujeres, ésta
sigue siendo insuficiente o inadecuada, además de que solo la Penitenciaría
Femenil Nezahualcóyotl Sur es exclusiva para el sector femenino.
Actualmente, los centros de prevención y
reinserción social (CPRS) estatales albergan a mil 975 internas, de las cuales
mil 204 han sido sentenciadas, cantidad que equivale a 61 por ciento del total,
y 39 por ciento o 771 personas, son
procesadas, entre mujeres jóvenes, madres, adultas mayores, embarazadas, en
periodo de lactancia, con discapacidad, indígenas, con alguna enfermedad o integrantes
de la comunidad LGBTTTIQ.
El Informe, resultado del estudio realizado de
enero a noviembre de 2020 por la Visitaduría General de Supervisión
Penitenciaria de la Codhem, indica que 95 por ciento de los lugares destinados
a las reclusas carecen de diseño exprofeso para atender sus necesidades
prioritarias, lo que configura una situación permanente de discriminación.
Asimismo, el documento informa las conclusiones obtenidas de las inspecciones realizadas a 12 CPRS (Ecatepec, Tlalnepantla, Santiaguito, Ixtlahuaca, Nezahualcóyotl Bordo Xochiaca, Nezahualcóyotl Sur, Texcoco, Chalco, Zumpango, Jilotepec, Temascaltepec y Tenancingo Centro), y al Centro de Internamiento para Adolescentes Quinta del Bosque, donde se llevaron a cabo entrevistas a mujeres en prisión y a personas servidoras públicas, generando un diagnóstico que documenta las condiciones que prevalecen en cuanto a infraestructura, alimentación, salud, vestido, educación, desarrollo maternal, psicosocial y trabajo.
En su informe la Codhem establece que el
sistema penitenciario debe adoptar medidas urgentes para garantizar el
ejercicio efectivo de los derechos humanos a la integridad, a una vida libre de
violencia, a la protección de la salud, al nivel de vida adecuado, al trabajo
remunerado, a vivir en condiciones adecuadas, a la vinculación social y en
particular, a velar por el interés superior de las y los menores que viven con
sus madres en reclusión, ya que este entorno los coloca en un alto grado de
vulnerabilidad.
Falta de servicios médicos especializados en
obstetricia y pediatría, así como de personal técnico profesional en trabajo
social, psicología, educación, industria penitenciaria, criminología y
psiquiatría para el tratamiento de reinserción social, enfatizando la
repercusión psicológica y emocional de estas situaciones en aquellas reclusas
que no tienen visita familiar, ni íntima, ni contacto con amistades del
exterior